Aproximadamente, en el 87% de los casos el origen de la halitosis o mal aliento está en la boca. El 13% restante se relaciona con alguna patología localizada en el área otorrinolaringológica o con otras enfermedades de carácter sistémico (con origen en el estómago, hígado, etc.).

Las causas intraorales más frecuentes son: la falta de higiene bucal, el uso de prótesis u ortodoncia, las enfermedades periodontales, el consumo de ciertos medicamentos que producen sequedad bucal (antidepresivos, antihistamínicos, antihipertensivos, etc.) y el tabaco.

Dentro de la halitosis oral, el 41% de los casos son de origen lingual debido a la acumulación de bacterias en el dorso de la lengua.

COMO PREVENIRLO

Completar la higiene bucal diaria con un limpiador lingual, eliminando la capa de bacterias depositadas en la parte posterior de la lengua que originan el mal aliento.

Otros factores para prevenir la halitosis son:

  • Cepillarse los dientes por la mañana, después de cada comida y antes de acostarse.
  • No olvidar la limpieza interproximal con el hilo dental, cepillos interproximales o con el irrigador bucal.
  • Reducir o eliminar café, tabaco y alcohol.
  • Beber agua entre horas.

COMO ELIMINARLO

El mal aliento suele enmascararse con la ingesta de caramelos o chicles, pero existe un tratamiento que elimina la halitosis de raíz. Dicho tratamiento está orientado a disminuir el número de bacterias productoras de mal olor y a disminuir la volatilización de los productos malolientes.

Entre los agentes antimicrobianos usados en el tratamiento de la halitosis, se encuentran la Clorhexidina (CHX) a baja concentración 0,05%, el Cloruro de cetilpiridinio (CPC) y el Lactato de zinc.

En la Clinica Llidó, te recomendaremos el mejor tratamiento para tu caso.